Hace aproximadamente 8 años el Río Grande que pasa por San Juan Bautista Cuicatlán, Oaxaca, creció por la afluencia de lluvias, llevándose consigo, entre otras cosas, parte del tiradero municipal que se encuentra a pocos metros del río. Eso alarmó a la población y nos hizo caer en cuenta de que los problemas del medio ambiente son también una problemática social, pues se deben principalmente a la poca conciencia que tenemos respecto al planeta donde vivimos y el efecto que nuestra acciones tienen en nuestro entorno. A partir de este suceso, un grupo de jóvenes originarios de Cuicatlán nos organizamos para recolectar botes de plástico con la intención de mitigar de alguna manera la creciente contaminación del río y las calles de nuestra comunidad. Así, comenzamos recolectando y vendiendo botes de plástico a personas que a su vez los llevaban a las ciudades de Oaxaca y Tehuacán, Puebla. 

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Posteriormente, gracias al Fondo Bienestar de Coinversión Social 2013 de la Secretaría de Desarrollo Social y Humano del Estado de Oaxaca, logramos consolidar un Centro de Acopio y Reciclaje en Cuicatlán con la infraestructura necesaria para triturar, lavar y secar el plástico, con la intención de poder venderlo para ser utilizado como materia prima para la elaboración de otros objetos. Sin embargo, por cuestiones estratégicas, decidimos mover la maquinaria a Tehuacán, Puebla, pues ahí sería más fácil vender el plástico ya molido, además de que ya existían contactos con algunas escuelas, como el Instituto Tecnológico de Tehuacán. 
 
Actualmente, Dkaya Ybaku está conformado por cinco personas y estamos habilitando el Centro de Acopio y Reciclaje en Tehuacán, para recolectar plástico, triturarlo y venderlo posteriormente como materia prima para la creación de nuevos productos. Además estamos redefiniendo las estrategias de acopio de plástico desde un enfoque participativo y rediseñando el componente de educación ambiental tanto en Tehuacán como en Cuicatlán.